El deporte puede ser un lugar insólito de mirar al considerar medios efectivos para abordar esta problemática global. El deporte no tiene historia en proveer espacios seguros para niñas, adolescentes y mujeres para crecer y prosperar. Las instituciones deportivas están tradicionalmente dominadas por hombres, fuera de los límites de adolescentes y niñas, y con frecuencia asociada a las mismas dinámicas de poder y agresión que son factores contribuyentes a la violencia basada en género.
Sin embargo, existen cualidades inherentes al deporte que se alinean con necesidades clave en el abordaje de la violencia basada en género.
Cambios efectivos en esta arena significa enfrentar las raíces de las causas de la violencia basada en género. Nosotras/os sabemos que la VBG es más prevalente en situaciones de conflicto e inequidad política, social, y económica; así como en sociedades patriarcales con rígidas nociones de hombría, instituciones sociales débiles, pobre acceso a información y débil consolidación de derechos humanos...
Cuando las niñas y adolescentes participan en deportes, ellas desafían el centro de la VBG – inequidad, patriarcado, y rígidos roles de género. Más allá del desafío social, la utilización del deporte en la lucha contra la violencia basada en género es práctica. Físicamente cuando las muchachas y niñas juegan, ellas se hacen más fuertes y más saludables. Ellas desarrollan mayor apropiación y comprensión de sus cuerpos. Psicológicamente, el deporte puede mejorar el auto-estima y la auto-eficacia de las muchachas y niñas. El éxito que una muchacha o niña experimenta en el campo del deporte, se traduce en una creencia sobre ella misma, un valor importante fuera de la cancha deportiva. La fortaleza física y emocional que el deporte ofrece puede ser una fuerza positiva en la reducción del riesgo de niñas y muchachas de vivir VBG.
El ambiente de equipo puede ser un apoyo social y un foro para las niñas y muchachas para compartir sus preocupaciones y experiencias, incluyendo aquellos relacionados con la violencia basada en género. Esto puede proporcionar a las niñas y muchachas acceso protegido a los espacios públicos, tales como campos de juego y las calles que de otro modo serían considerados como peligrosos. Cuando las niñas y las muchachas van por las calles o juegan en grupo, están menos propensas a ser secuestradas, violadas o acosadas que cuando están solas.
Alrededor del mundo, organizaciones por los derechos de las mujeres y organizaciones deportivas están diseñando programas deportivos con la intención de abordar la VBG. Con personal técnico bien entrenado y asociaciones activas de la comunidad, estos programas ofrecen a las niñas y muchachas un lugar para aprender sus derechos. En caso de que una niña o muchacha sufre una violación, su entrenador/a o compañeras de equipo pueden funcionar como un sistema de apoyo; ofreciéndole opciones para reportar la violación y para acceder a los servicios legales, emocionales y de atención médica que ella puede necesitar.
Protección dentro de los Programas deportivos
Un programa deportivo bien diseñado puede ser un cielo seguro para niñas y muchachas para estar preparadas y procesar los desafíos asociados a la violencia basada en género. Sin un diseño intencionado y políticas protectoras y procedimientos, el deporte puede convertirse o continuar siendo un ambiente inseguro para niñas, muchachas y mujeres. Dinámicas de poder desiguales entre entrenadora/es y muchachas, interacción de género mixta, vulnerabilidad en espacio público, ausencia de personal de entrenamiento femenino, y ausencia de políticas de protección infantil se combinan para crear situaciones donde las niñas y muchachas pueden realmente ser más susceptibles a la violencia basada en género. Dentro de esta guía, Women Win y las organizaciones asociadas establecemos directrices claras y medidas concretas que las organizaciones deben tomar en cuenta para ayudar a que sus entornos deportivos sean seguros para todas las niñas, muchachas y mujeres.
47 . Retrieved from http://data.worldbank.org/data-catalog/health-nutrition-and-population-statistics
48 . “The main goal of women's self-defense training is to strengthen women's capacity to defend themselves against potential attacks. Yet, the effects of women's self-defense training extend considerably beyond this objective, including physical, psychological, and behavioural impacts” in Brecklin, L. R. (2008). Evaluation outcomes of self-defense training for women: A review. Aggression and Violent Behaviour, 13, 16 & Pedersen, S. & Seidman E. (2004). Team sports achievement and self-esteem development among urban adolescent girls. Psychology of Women Quarterly,28, 412–422