Desafío: Encontrar un espacio privado, sin interrupciones, para hablar con las niñas y las muchachas sobre VBG es difícil.
Solución: Si su programa no tiene un local que ofrece una privacidad adecuada para la discusión de temas sensibles con las niñas y las muchachas, pedir ayuda a los socios de la comunidad. Muchos directores de programa reportan tener un espacio donado por las escuelas locales, centros comunitarios, iglesias (la aceptación del contenido de las discusiones VBG) o edificios de los servicios médicos. Si el espacio interior no es una opción, trate de encontrar un espacio al aire libre con bajo tráfico, tales como la esquina de un campo sin utilizar o un lote desocupado. Para proteger la confidencialidad de las niñas y las muchachas y garantizar un confort óptimo, es importante asegurarse de que cualquier espacio que se elija, esté libre de extraños de cualquier tipo.
En Uganda, las escuelas dedican al menos una hora cada tarde a las actividades extracurriculares que pueden ir desde los deportes, las artes o la agricultura. El proyecto "Sure Start" a cargo de MIFUMI utiliza esta vía para conseguir un espacio seguro para el programa. Trabajar en un ambiente escolar permite MIFUMI capacitar a las niñas y las muchachas en un ambiente familiar. Además, las escuelas ofrecen espacio libre para las actividades del club durante las horas extracurriculares. Cuando surgió un problema porque los muchachos trataban de interrumpir la sesión de práctica las niñas y las muchachas, "Sure Start" decidido tener una clase mixta con la regla de que los muchachos que fueran bien en las clases de género serían entrenados en Karate por las niñas y muchachas. Esto ha infundido una mayor disciplina en los muchachos y niños.