Desafío: las participantes de la actividad deportiva de distintos orígenes pueden tener comprensión muy diferente sobre violencia y género.
Solución: Antes de implementar un plan de estudios VBG con las niñas y las muchachas, es fundamental tener un punto de partida básico de sus perspectivas y de sus experiencias. Mantener discusiones de grupos preliminares. Hacer preguntas a las niñas y las muchachas sobre sus opiniones, estudiar sus conocimientos. Ser sensibles al hecho de que ellas podrían haber experimentado VBG y nunca deben ser forzadas a exponer públicamente su situación. Adaptar las conversaciones sobre la base de la alfabetización de las niñas y muchachas y de su confort. Si las niñas y muchachas tienen diferentes nociones de sus derechos y de la violencia, a causa de diferencias sociales o religiosas, trabajar para crear un ambiente donde todo el mundo está abierto a hablar y a ser escuchado. Alentar a niñas y muchachas a explorar sus diferencias y a servir como recurso de apoyo para otras.